Una taza de té...(PRIVADO)

Estaba en la cocina, por que le apetecía algo de beber, fue hacía la segunda repisa del armario del fondo y cogió un bote de color verde. Después unos armarios más allá, agarró una tetera, en la cual puso agua a calentar. Con una cucharilla, sacó un poco de té del bote y lo puso en la tetera, para que infusionase.
Tras unos minutos, estaba listo, así que se lo sirvió en una taza y se sentó en el alfeizar de la ventana a beberlo.

Con algo de entusiasmo, iba caminando a un paso tranquilo a lo largo de los callejones de la aldea, los cuales llevaban a las viviendas de los shinnobis y kunoichis que habitaban en el país, su destino era realmente dirigirse a su casa, pero en eso, vio desde lejos a una joven kunoichi conocida como tomaba pacíficamente una taza de té desde aquella ventana,  de una forma amable salude desde más o menos cercas a donde se encontraba ella... Buenos días, Hikari-san... sonrió levemente a la joven... 

Un momento de tranquilidad, en aquellos días, en lo que no había podido descansar, ni física ni psicológicamente hablando, ni un solo momento. Degustaba aquel té de sakura con gusto, amargo como a ella le gustaba. entonces fue, cuando provinente de la ventana, puedo escuchar una voz que se le hacía tremendamente familir, volteó a ver. Ah, Yuuki, buenos días... dijo miró hacía su lado izquierdo, donde aún quedaba más te ¿gustas? le dijo con cortesía.

Claro no hay problema respondió aún con cortesía. Cuando la muchacha huvo entrado, Hikari se dirijió a la repisa a por una taza a para ella, y se la sirvió con ceremenoidad, tal y como le habían enseñado, su madre siempre insistía mucho con las formas, aunque a veces pareciera bi-polar, aquella mujer. ¿ que te trae por aquí? preguntó educadamente.

Observaba la formalidad y delicadeza de la joven que proyectaba al servir el té...Asimismo, vinieron de repente ciertos recuerdos de su familia en su mente; comenzandose a sentir como si estuviera en su casa...
De hecho, me dirigía a mi casa, pero decidí de repente visitarte y poder conversar contigo aunque sea un momento... Dicho eso en un tono educado, levantó cuidadosamente la taza y le dio un leve sorbo al té, saboreandolo tranquilamente, era sin duda algo amargo pero a la vez tenia un sabor increíble Esta muy delicioso, Hikari, es té de Sakura?, me imagino...Gracias ^^... Acabo de decir de una forma agradeciendole su cortesía...   

Ya veo en ese momento, le ofreció la taza de té. ¿ Y querías tratar algún tema en particular?... Le preguntó en un tono algo inquisitivo. Perdona mi rudeza, pero tengo la extraña impresión, que desde que fuí Kage, todo el mundo quiere pedirme un favor. En eso bebía un poco más de su taza.

Quedó algo impactada por las palabras que ella le decía, más su fachada estoica, no le permitia mostrarlo as´çi como así. ¿ Y según tu, por que soy admirable?. La verdad, le causaba algo de curiosidad, como aquella chica, podía sentir ese tipo de apego, por una persona como ella.

Al notar la poca emoción de la joven, solamente le responde en un tono neutro y algo tímido... Por qué? Es algo complicado. Se puso un poco pensativa unos segundos En verdad, es una persona de carácter fuerte, no duda en sus acciones y siempre lucha con sus principios, no sede influirse por otras personas...Eso es lo que solamente percibo de usted, Hikari...Acabando de decir los motivos de esa admiración, continua diciendo un poco la voz algo triste y quebrantada Además, me recuerda a una persona que conocía , pero el destino nos separó...  

Fría, calculadora, fuerte... sin duda, podrían ser algunos de los adjetivos que calificasen a Hikari. Observadora... pues no le pasó desapercivido el cambio que sufrió la voz de la muchacha. ¿ Te recuerdo a alguien?. Curiosa, eso también la definía.

Discúlpame por haber preguntado... hizo una leve reberencia me excedí en la confianza se levantó del gesto. Entonces, una serpiente de tamaño considerable, salió de la manga de su kimono y enrollandose por el cuerpo de Hikari, quedó mirando su rostros, ella le siseó algo y la serpiente salió por la ventana. Al cabo de un momento, volvió y se puso de nuevo, enrroscada en el cuerpo de su dueña, la morena, abrió su mano y la serpiente desapareció, dejando en ella, una begonia de un fulgurante carmesí acepta esto como disculpa... mientras extendía la mano para que ella tomase la flor, pensaba seguro que tiene que ser alguien importante... será mejor no preguntar, si ella no abre el tema.



Off: significa cordialidad ^^

Escuchó aquella disculpa que realizaba la joven e inmediatamente se incorporó a la realidad y notó una flor muy hermosa de un color rojizo carmesí que la joven le acercaba como forma de disculpa y cordiabilidad; aceptándola la toma cuidadosa y delicadamente de las manos de Hikari. Acariciendo los pétalos de esa flor, le dice algo avergonzada sin mirarla a los ojos... Gracias... No es necesario que se disculpe, no hizo nada malo, solamente fue curiosidad apropiada por mis palabras mencionadas...La que debería pedir disculpas soy yo por hablar un tema así de repente...alzó levemente hacia con ella  

Ese tema le dolía. Fuera quien fuese esa persona, hablar de ella le dolía en demasía. Hikari, también tenía sus fantasmas, hablar de ciertas personas, también le causaba un inmenso dolor, aún que no lo mostrase. En momentos así, agradecía a su padre, que le hubiere mostrado a ocultar sus sentimientos, bueno, al menos la mayoría. Todos, tenemos, nuestros fantasmas... le comentó cuando vió que ella se apenaba de tal forma, Sé que esto puede sonarte, extraño, e, incluso hipócrita, pero, si quieres, puedo escucharte un rato. Lo dijo con sinceridad. no hace falta decir, que esto quedará entre tu y yo... pero es tuya la última palabra.

Te entiendo mejor de lo que crees, fue lo que Hikari pensó después de escuchar con atención la historia que le había relatado la muchacha. Cuando la otra acavó, le preguntó ¿ Y esa persona a la que me parezco... es tu hermano? después bebió algo más de té.

No, realmente...respondió en un tono poco bajo y dijo continuamenteUn tiempo después, fue hasta que conocí aquella persona, que me trae una viva imagen de ella en usted, en cuanto a personalidad se refería... Gracias a ella, desperté de aquel mundo que daba por hecho perdido y comenzé a vivir otra vez... Realmente esa persona la había salvado en ese entonces de aquella oscuridad y le dio saber de su existencia no era en vano. Que a pesar de todo, tenía que seguir adelante y fue desde aquel momento que se convirtió en mi sensei, además de ser la única persona a mi lado que tenía en ese mundo tan desértico. Eso era lo que la mente de la joven tenía al respecto a su maestra... Su nombre era Kushieda, era una kunoichi muy fuerte de la aldea del Rayo. La admiraba mucho y quería llegar a ser como ella. En fin de cuentas era mi sensei, siempre estuvo conmigo predicándome con su sabiduría y su forma de ver la vida, además de guiarme por un buen camino.
Sin embargo...De forma entrecortadamente respiró, no se resistió cuando le llego su último suspiro de aire, acabó diciendo con sus ojos dilatados que daban ver la capa cristalina de tal vez unas lágrimas jamás derramadas, además de que apretó con intensidad sus puños agarrando su túnica con impotencia... Por mi culpa, ya no está junto conmigo ahora...
                         

Al escuchar el final de la historia, o, si más no, la mayoria de la misma, a Hikari, le vinieron a la memoria unos cuantos recuerdos de las personas que le ayudaron a hacerse fuerte, de personas de su infancia. Se apoyó sobre la pared y dejó la taza sobre la encimera. Sus ojos, quedaron ensombrecidos por su flequillo al agachar un poco la cabeza, su mirada se perdió en alguno de esos recuerdos. No. pensó entonces volvió a levantar su cabeza, en esta, sus orbes, se quedaron sin expresión alguna y miró a la chica que tenía en frente. Después miró la puerta, y pensaba si irse de allí o esperar y verla llorar, por que ella, no servía para consolar a la gente... no se puede curar una enfermedad, de la que tu eres la mayor víctima.

Al escuchar las palabras de ella, volvió a caer en la realidad. Cerró los ojos. Nunca te disculpes con nadie... por algo que tu sientas. Le respondió y así avanzó hacía la puerta, tomando el pomo de la misma y abriéndola le dijo Discúlpame, tengo un asunto urgente que atender. Su tono era suave, aunque no la miró en ningún momento, pues en sus ojos, se formaba el sharingan y sin más salió de la sala.